NOCIÓN Y FUNCIÓN DE LA FILOSOFÍA
La filosofía (jilosojia) es una expresión griega y está compuesta
de dos palabras: filo-sofía. Filo (o
φilίa) es un sustantivo que denomina
un tipo de amor junto a eros (έroV) y ágape (άgapη). Filo
denota el afecto propio de una relación de amistad, mientras que sofía (sojia) significa sabiduría. De ahí que
tradicionalmente filosofía se traduce por “amor a la sabiduría”. Nosotros
podemos decir que la filosofía es la atracción afectuosa por la sabiduría. El
eros, sin embargo, expresa la dimensión pasional del amor, está relacionado con
el deseo ardiente, que sienten dos personas atraídas una por la otra. La fuerza
eros, o la pasión amorosa, es la que permite la reproducción de la especie
humana. El ágape es el amor fraternal, que manifiesta el sentimiento sin más, o
sea desinteresado y gratuito. Este concepto acuñó la teología cristiana para
señalar con él el amor desinteresado por el prójimo. Jesucristo es el ejemplo,
porque dio su vida por su prójimo.
Del sustantivo sofía emerge el adjetivo sojoV, que se traduce por sabio. ¿Quién
es el sabio? El sabio no es solamente aquel que conoce o posee cúmulos de
conocimientos, sino, sobre todo, aquél que comprende la dinámica intrínseca y
extrínseca de la naturaleza, que asume los vaivenes de la vida con serenidad,
posee autonomía y busca el equilibrio o el termino medio en todo; por eso el
sabio es amante de la contemplación y de la meditación, porque éstas le
proporcionan un deleite inenarrable. La búsqueda que emprende el sabio en pos
del ser es impulsada eminentemente por la misma existencia del hombre. Heidegger
describe al sabio del siguiente modo:
El sabio o sofos “es aquél que tiene el gusto
correcto, que tiene “olfato” e instituto para lo esencial y que por eso se
entiende (sabe qué hacer) inmediatamente en algo, que entiende a fondo algo o
de algo, es decir, que puede ponerse al frente de una cosa de forma ejemplar y,
por tanto, sobresaliente”[1].
La filosofía es esencial en la
vida del hombre, por esta razón éste es el único existente que se interroga por
su propio ser, esto significa que el hombre ansía saber quién es él, de dónde
proviene y hacia adónde se dirige. ¡Quien de nosotros en algún momento de la
vida no se ha planteado estás preguntas! ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Hacía
adónde me dirijo? Martín Heidegger inicia su gran obra, titulada “Ser y Tiempo”,
tratando de asegurar la formulación de preguntas que interroga efectivamente
por el sentido del ser: “La pregunta
por el sentido del ser debe ser formulada”[2]. Esta frase ilustra
la tarea esencial de la filosofía, que es la búsqueda del sentido del ser. “La
filosofía es filosofar”[3],
esto significa actividad constante de la razón para hacer patente o manifiesto el
ser.
Entonces
cuando se habla de filosofía estamos hablando fundamentalmente de aquella
capacidad inherente al hombre para indagar los secretos de su ser y así darle
sentido; por eso cada filósofo ensaya una determinada definición de esta
“ciencia”, que es la filosofía. Platón por ej: concibe la filosofía como el “uso del saber para ventaja del hombre”.
Este uso debe, sobre todo, estar fundamentalmente a disposición de la dignidad
de la persona. La filosofía es un saber orientada al bienestar del hombre,
puesto que se constituye un estilo de vida (el campo de la ética y de la moral)
y ensancha los saberes particulares y prácticos a través de las diferentes
ciencias (medicina, biología, cosmología, física etc). La idea de la utilidad
de la filosofía refuerza Plantón con las siguientes expresiones: “Es necesario
una ciencia en la cual coincidan el hacer y el saber servirse de lo que se
hace, esta ciencia es la filosofía”[4].
Me parece pertinente aquí hacer la siguiente observación en relación a
pedagogía contemporánea. Las ideas contendidas en la definición de filosofía,
que encontramos en Platón, vienen revividas por Jacques Delors en su informe[5]
a la UNESCO. Éste propone cuatro pilares de la educación (saber ser, convivir,
hacer, conocer), que hoy marcan las directrices de la educación del siglo XXI. Delors recupera sustancialmente los
ideales filosóficos de Platón. Pues hemos visto que el “saber hacer” es
expresado claramente por Platón, sin embargo en la expresión “saber servirse de
lo que se sabe” encontramos el “saber ser” y “convivir”. ¿¡Qué gran
descubrimiento ha hecho Jacques Delors!?
Descartes
define la filosofía como “el estudio de la sabiduría, y por sabiduría no se
entiende sólo la prudencia de las cosas de la vida, sino un perfecto
conocimiento de todo lo que el hombre puede saber, ya sea para la conducta de
su vida o para la conservación de su salud y la invención de todas las artes”[6].
Esta definición contiene la idea del sabio, que habíamos mencionado arriba,
muestra el valor del conocimiento y sus inconmensurables potencialidades;
además transluce la utilidad práctica de la filosofía en la vida cotidiana, o
sea la filosofía debe acrecentar la calidad de vida de las personas, debe
marcar el horizonte de la vida ética y estimular las ciencias, las técnicas y
el arte en general.
Kant, sin embargo, manifiesta con énfasis la
relación del conocimiento filosófico con el “fin” del hombre. Éste se funda sobre
la potencia de la razón, la cual se presenta como capaz de relacionar a la
persona con su fin último. Kant afirma que la filosofía es “la ciencia de la
relación de todos conocimientos al fin esencial de la razón humana (teleología
rationis humanae”), y el filósofo es un legislador de esa misma razón, no
un artífice de ella. En tal sentido demostraría gran arrogancia el llamarse a
sí mismo filósofo y pretender igualarse a un prototipo que sólo se halla en la
idea” [7]. El contenido de este “fin”
kantiano no es otra que la “felicidad universal” de la humanidad. Este fin
surge como un postulado de la razón, la fuente de este fin último es la razón.
¿Qué opinión me merece la etimología del término
filosofía y las definiciones de la misma? ¿Cuál es mi noción de “sabiduría”? ¿Quién
es el sabio para mí? ¿Cuál es la noción que yo tengo de la filosofía? ¿Para qué
me ocuparía de la filosofía? ¿Tiene algo que ver conmigo la filosofía? ¿Me
siento envuelto en ella? ¿Puedo vivir sin filosofar? ¿Qué significa búsqueda
del sentido del ser?
Referencias bibliográficas
Heidegger, M. Introducción a la Filosofía. Ediciones
Cátedras. Madrid. 1996.
Heidegger, M. Ser y Tiempo. Fondo de Cultura Económico. Madrid. 1998.
Delors, J. La Educación Encierra un Tesoro. Unesco.1996.
Descartes, R y Leibniz. Sobre los Principios de la Filosofía.
Credos. Madrid. 1989.
Kant, E. Crítica
de la Razón Pura. Alfaguara. Madrid.1998.
Platón. Eutidemo.
En obras completas. Aguilar. 1974.
[1] Heidegger. Introducción a la Filosofía. P. 35.
[2] “Die Frage nach dem Sinn
von Sein soll gestellt werden” Cfr. Heidegger. Ser y Tiempo. P. 14.
[3] Heidegger. Introducción a
la Filosofía. P. 39.
[4] Platón. Eutidemo. 288 e;
289 b.
[5] Delors, J. “La Educación
Encierra un Tesoro”
[6] Descartes, R y Leibniz.
“Sobre los Principios de la Filosofía”. Pág 12.
[7] Kant, E. Crítica
de la Razón Pura. A 839, B863. P. 659,
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