martes, 15 de julio de 2014

CONTEXTO SITUACIONAL DE LA EDUCACIÓN Y DE LAS PROFESIONES



Contexto situacional de la Educación y de las  profesiones
1.Introducción
Queremos delimitar obviamente el término contexto dentro del ámbito de la realidad paraguaya, pero no podemos desentendernos de la situación de la Educación Superior en la región latinoamericana y, por ende, mundial, porque el fenómeno educativo no es una realidad atomizada ni atomizable en una determinada zona. El contexto local, nacional y territorial es importante, porque ellos constituyen la plataforma educativa de los habitantes, aunque somos conscientes que “son todavía pocos los que se atreven a impulsar la idea de convertir a la educación en una empresa cultural de carácter global, integrada regional e internacionalmente, en una genuina actividad globalizada”.[1]
La exposición de este tema asume una metodología deductiva, es decir que parte de “principios universales para desembocar en los más particulares”, esto se traduce en nuestro caso en el asimiento a grandes rasgos de algunos fenómenos educativos a nivel mundial (o global), a nivel latinoamericano y por último el contexto paraguayo.
2. Concepto de calidad educativa
Calidad, más concretamente, hace referencia a una cualidad, la cual es apreciada, porque conlleva un bien. La educación en sí misma es un bien. Este bien no solamente viene deseado, sino, sobre todo, es posible aprehenderlo como “un continuo mejoramiento”[2] en el quehacer de la actividad educativa. La calidad educativa abarca todo el proceso educativo, es decir, no se centra sólo en algunos aspectos. “La calidad de la enseñanza superior es un concepto pluridimensional”.[3] Esta es la razón por la cual la calidad educativa exige una gestión de calidad, ya que la calidad debe ser apreciada y construida de manera continua.
Entenderé gestión de calidad como el proceso por medio del cual administro, ejecuto, cuido y velo por la manera de ser de la Educación, entendiendo en esto todos los procesos de aprendizaje, de descubrimiento e internalización que hacen posible la formación de un profesional capaz de situarse ante su entorno y responder a los nuevos y permanentes desafíos, en busca de un mejor y global entendimiento de la realidad.[4]
Aspée, en esta descripción asume no sólo las dimensiones substantivas de la Universidad, sino también remarca la idea de un desarrollo de las capacidades de los estudiantes para dar respuestas a los problemas y desafíos del hombre. Esta misma perspectiva promueve la UNESCO cuando orienta la calidad hacia “[]un desarrollo genuino del individuo o de la sociedad […], este es, de que verdaderamente adquieran conocimientos útiles, capacidad de raciocinio, aptitudes y valores”.[5]
3. Estándar de calidad educativa
La calidad educativa como un bien en sí mismo se constituye como inalcanzable, por esta razón esa calidad se manifiesta a través de un  proceso de mejoramiento continuo, el cual requiere estándares que de un modo u otro midan la calidad. A partir de esta proposición, abogamos ofrecer una visión del estado actual y de las posibilidades reales de la transformación de las universidades hispanoamericanas lo cual implica efectuar una comparación de los “rasgos más sobresalientes con los que presentan los sistemas universitarios"[6] en otras zonas del mundo. Estos rasgos son los indicadores de los niveles de la calidad educativa, que se manifiestan en determinadas universidades de una región; sin embargo, estos indicadores son relativos[7], porque la realidad y las condiciones de las regiones son heterogéneas. No obstante, señalamos aquí el más sonado de los rankings de universidades a nivel mundial: TheAcademic Ranking of WorldUniversities (ARWU). Este ranking es conocido como ranking de Shangai. Los indicadores de este ranking de universidades son ciertamente muy criticados, pero, a su vez, muy considerados[8] a nivel planetario:
Número total de graduados de una institución en posesión del premio Nobel o de la medalla Fields[9]; número total de académicos de una institución en posesión del premio Nobel o de la medalla Fiedls; número de autores altamente citados según Thomson Reuters[10]; número de artículos en Science y Nature en los últimos cinco años; número de artículos indexados por el ScienceCitationIndex-Expanded y Social ScienceCitationIndex en el año anterior; número de profesores equivalentes a tiempo completo.[11]
Estos indicadores son los que animan y motivan a los “países desarrollados”, mientras que esos se constituyen inalcanzables y exagerados para las universidades de zonas en “vía de desarrollo”. Brunner, en este sentido, ensaya una clasificación de los países, cuya educación de un modo u otro se adecua a estos criterios de “excelencia” y, por consecuencia, también se aleja de ellos. Brunner denomina “geopolítica global de las funciones e instituciones de conocimiento” y agrupa a los países bajo las siguientes nomenclaturas: “Bloque anglo-occidental, Europa occidental, países de alto ingreso y países de bajo ingreso”.[12] Las tres primeras agrupaciones generan la mayor publicación de resultados científicos y la mayor cantidad de patentes de descubrimientos e invenciones científicas y tecnológicas del mundo.
Producen un 76,6% de las publicaciones internacionalmente registradas y un 93,5% de las patentes concedidas por la Oficina de Patentes y Comercio de los Estados Unidos (USPTO); captan ocho de cada diez alumnos de educación superior internacionalmente móviles y albergan 99 de la 100 primeras universidades según el ranking de Shangai y un 89% de las 500 primeras.[13]
Esta descripción muestra que existe una proporcionalidad casi exacta entre la prioridad e inversión en la educación y el progreso económico o el buen vivir de sus habitantes. América Latina se halla dentro de los países de bajo ingreso, según la nomenclatura de Brunner, porque “produce apenas 3,37% de las publicaciones mundialmente registradas y un minúsculo 0,16% de las patentes concedidas en los Estados Unidos[] y no cuenta con ninguna universidad entre las 100 primeras del ranking de Shangai”.[14] Los países denominados del «primer mundo» tienen una política de Estado bien definida acerca de la perspectiva educativa. Crean las condiciones necesarias para el desarrollo del conocimiento, de la investigación, de la innovación y, por consecuencia, del florecimiento científico-tecnológico. La nivelación de conocimientos entre aquellos y estos países es todavía un ideal, porque de hecho “el desnivel, que se observa entre una y otra situación, es enorme tanto en su avance económico, político y social como también en[] su avance educativo e inversión en Ciencia y Desarrollo con el crecimiento económico y el bienestar de la población”.[15] América Latina necesita fortalecer sus esfuerzos en favor del mejoramiento de la calidad de la Educación y, a su vez, incrementar políticas de Estado de integración y cohesión de conocimientos.
“América Latina necesita redoblar esfuerzos para aminorar su brecha educativa a nivel internacional; de lo contrario, corre el riesgo de ensancharla, sobre todo si se considera que las naciones desarrolladas y los países emergentes están empeñados en imprimir mayores relevancia y competitividad a sus sectores educativos”[16]
América Latina debe priorizar y propiciar con mayor énfasis los debates acerca de la Educación Superior con el fin de buscar soluciones a los desafíos más relevantes de la región. Debe buscar mecanismos de solución a los problemas y, a su vez, debe necesariamente implementar estrategias para disminuir la franja de desigualdad entre los países del norte y del sur. Observar la realidad regional no significa absolutamente descuidar los retos que existen en cada país, sino, por el contrario, ayuda a percibir con más claridad esos retos locales.
La globalización puede tener varios efectos: en ciertos casos, podría significar la incorporación de modelos extranjeros, pero, en otros, que son los deseados, puede facilitar referentes para mejorar práctica internas y reafirmar la pertinencia con una visión local y global, que son necesarias y complementarias.[17]
4. Educación y progreso de los países 
La educación de «calidad», de «pertinencia» y de «eficacia» es equivalente a un mejor cuidado de las necesidades básicas de los habitantes de una nación. Los «países considerados en vía de Desarrollo» y entre ellos América Latina, sin embargo, están todavía buscando la manera de cómo encarar las cuestiones fundamentales respecto a la priorización de la educación y, por ende, el diseño de las estrategias a favor del desarrollo y el progreso sustentables y sostenibles. La educación en este sentido se constituye como un gran desafío para estos países. ¿Cómo acercar la distancia entre aquellos bloques? ¿Cuáles son las barreras esenciales a superar dentro de esta situación? La problemática común, por la cual atraviesa todo el tejido social de los países latinoamericanos, es la desigualdad económica, política, social, cultural, científica, tecnológica y otras. Esta desigualdad debe ser desalentada, por un lado, y aumentar, por otro lado, la inclusión de los habitantes de los países a las condiciones de mayor bienestar. En este sentido, las universidades o la Educación Superior “tienen la responsabilidad social de contribuir a reducir la brecha en materia de desarrollo mediante el aumento de la transferencia de conocimientos a través de las fronteras, en particular hacia los países en desarrollo...”[18] La Misión de la Universidad es noble[19], pero a la vez desafiante. Noble en el sentido que se deposita una gran confianza en la Universidad para mediar y reducir esos polos tan desiguales. La Universidad es el lugar natural dónde se decide el destino de un determinado país.
5. La Educación Superior en el Paraguay
Paraguay desde la era colonial no sólo viene soportando pesadas cargas socio-culturales, sino también a esas se fueron sumando las ambiciones económicas y las continuas inestabilidades políticas tanto a nivel interno como a nivel externo de su vida de país independiente. Por eso logra, a pesar de aquellas vicisitudes, crear a finales del siglo XIX (1889) la primera institución de Educación Superior, la Universidad Nacional de Asunción (UNA). En las décadas de los 60 se crea la Universidad Católica Nuestra Señora de la de Asunción (UCA). La apertura política, que inició después de 2 y 3 de febrero de 1989, propició la creación de universidades públicas y privadas. Actualmente se registran 54 universidades creadas[20] por el Estado. Las mismas están ofreciendo “carreras universitarias” en todo el territorio nacional.
Si bien son abundantes las instituciones universitarias en el País, no son mensurables en calidad, pues, el Subsistema de Educación Superior vive en una situación de crisis aletargada. Son muchas las causas de esa situación, por ejemplo, citamos algunas:
La universidad paraguaya […] adolece de un fuerte rezago comparado con los estándares de calidad alcanzados por las instituciones del tercer nivel en América Latina. La inmovilidad a la que quedó sometida la educación superior en el Paraguay por parte del régimen autoritario, lo excluyó de los procesos de reforma que se dieron en la gran mayoría de los países latinoamericanos en las últimas décadas […][21].

Afortunadamente, las universidades, que se fundaron en las últimas décadas del siglo pasado, están generalmente en una muy buena posición, se han consolidado, y algunas de ellas, incluso son prestigiosas. Estas Universidades cuentan con buenas infraestructuras y sus carreras están sometidas a Evaluaciones de Calidad Educativa tanto a nivel Nacional como Internacional. Entre éstas se encuentra la Universidad Tecnológica Intercontinental (UTIC).
Una ilustración bastante significativa de la realidad universitaria actual encontramos en un documento titulado Paraguay Competitivo, el cual fue llevado a cabo por un equipo técnico, liderado por el Dr. Jager.[22] Según este documento las universidades paraguayas son clasificadas en: “Universidad de Investigación, Universidad de Docencia y Universidad Local”.[23] Las características fundamentales de las universidades son: El primer grupo cuenta con programas de investigación y con investigadores a tiempo parcial y completo. El segundo grupo ejerce la enseñanza e impulsa la investigación aplicada. El tercer grupo atiende de una manera particular las problemáticas contextuales de cada región. Siguiendo esta nomenclatura, la UTIC se ve reflejada en las tres nomenclaturas.
Si bien es cierto que se dan avances importantes hacia la consolidación de las universidades paraguayas, sobre todo, con la promulgación de la ley de Educación Superior 4995/13 y sus implicancias en el plano práctico, sin embargo el subsistema de la Educación Superior del Paraguay sigue adoleciendo de muchas debilidades, por ejemplo, aún son pocas las universidades, cuyas carreras someten a la Evaluación de Calidad. Esta realidad no sólo deteriora la imagen general de la universidad en cuanto tal, sino también va en desmedro de la formación intelectual, científica, cultural, moral, espiritual de la misma nación. ¿Cuál entidad debe regular esas deficiencias del subsistema educativo? Desde nuestro punto de vista le corresponde al Estado trazar las políticas fundamentales de la educación, de modo que a partir de ahí las instituciones privadas puedan robustecer esas políticas. Éste debe garantizar a través de los mecanismos, que le son inherentes, la calidad educativa. “La organización del sistema educativo es responsabilidad esencial del Estado”.[24] A pesar de esto, el Estado muestra también muchas debilidades para influir eficazmente en el sistema de Educación paraguaya en cuanto tal. Aún falta voluntad, firmeza y decisión política para apostar realmente por la educación general. Esta afirmación se funda en la reducida asignación económica al rubro de Educación dentro del Presupuesto General de la Nación. Al Ministerio de Educación y Cultura fue otorgado el catorce coma cuatro por ciento (14, 4 %) del monto total del Gasto General de la Nación[25]. Esta cantidad ni lo mínimo satisface a lo contemplado en la Constitución Nacional. “Los recursos destinados a la educación en el Presupuesto General de la Nación no serán inferiores al veinte por ciento del total asignado a la Administración Central, excluidos los préstamos y las donaciones”[26]. Esta situación manifiesta la desatención de la Educación en general por parte del Estado. Esta es la conclusión de esta situación: Si no se prioriza la educación en todos sus niveles, entonces el Paraguay permanece como está o, como es posible que suceda, empeorará; lo cual significará menos posibilidades para la mayoría, mayor índice de pobreza y de miseria. 
6. Etimología y sentido de la profesión
En este apartado nos ocuparemos brevemente acerca de la profesión. Nos proponemos las siguientes cuestiones: ¿De dónde proviene el término profesional y cuál es su rol dentro de la sociedad? Según França, la palabra profesional “… proviene del latín «professio», que tiene raíces comunes con  «confessus» y «professus». Profesus significa confesar en alto, proclamar o prometer públicamente”[27]. Este es el sentido que predomina en el ámbito religioso, sin embargo la “profesión” hace también relación con las “personas que ejercen determinada actividad humana con dedicación y consagración total; como es el caso de las llamadas “profesiones liberales”[28]. Pues la profesión está relacionada estrechamente con el trabajo cualificado. El trabajo se constituye como un elemento esencial del hombre. El hombre se dignifica mediante el trabajo y explota su potencialidad creativa. Por un lado, el hombre necesita trabajar para buscar su propia realización personal; por otro lado, coopera con el desarrollo de la sociedad a través de su servicio cualificado, que denominamos “profesión”. La vida profesional del hombre tiene una dimensión social, puesto que su actividad siempre repercute en los demás. El hombre se ingenia para crear mejores condiciones de vida en su entorno. La profesión, manifestada en el trabajo, permite al hombre transformar constantemente la naturaleza, porque ella manifiesta su capacidad particular para ejercer con eficacia y eficiencia un determinado servicio a favor de la comunidad, sea éste de índole físico o intelectual.            
El diseño de la sociedad está conformado a partir de las profesiones, por lo tanto, una profesión responde a una determinada organización; es decir cualquier entidad se rige por leyes, reglamentos y normas. Las leyes y las normas ayudan al hombre a regular su convivencia en la sociedad y, por ende, en su ambiente laboral. Por esta razón el profesional adquiere compromisos con la empresa (pública o privada), que le contrata para la prestación de servicio, y viceversa. Los deberes y derechos son recíprocos; sin embargo la responsabilidad y el compromiso no se limitan solamente entre el empleador y el profesional, sino también afectan de un modo u otro a toda la sociedad, que debe consumir o usufructuar los productos y servicios. La profesión no sólo expresa el ser social del hombre, sino también su responsabilidad y compromiso con la sociedad. “La sociedad requiere profesionales con pensamiento crítico, con conocimientos profundos de su realidad local y mundial, que junto a su capacidad de adaptación al cambio, hayan asumido un compromiso ético con la sosedad”.[29] La profesión cumple un rol transformador de la sociedad.

Referencias Bibliográficas
1. Aspée. R. B. Educación Superior en el Siglo XXI: Modelos para una gestión de calidad. Editorial Universidad del Mar. Chile. 2011.
2. Batiro. Antonio. M. La Educación Digital. Una Nueva era del conocimiento. Editorial. Emece. Buenos Aires. 1997.
3. Beneitone. P, Esquetini, C et altri. Reflexiones y Perspectivas de la Educación Superior en América Latina. Informe Final -Proyecto Tuning- América Latina. 2004-2007.
4. Brunner. J. Educación Superior: Global y Periférica. En la Internacionalización de la Educación Superior a Nivel Mundial y Regional. Principales tendencias y desafíos. (Compiladores: Grimaldo Duran. H y López Segrera. F). Planeta. 2012.
5. Constitución de la República del Paraguay. 1992. 
6. França, O. Introducción a la Ética Psicológica. Montevideo: Desclée, 1996
7. Gacel-Ávila. J. La educación terciaria en América Latina. El concepto de internacionalización comprehensiva. En la Internacionalización de la Educación Superior a Nivel Mundial y Regional. Principales tendencias y desafíos. (Compiladores: Grimaldo Duran. H y López Segrera. F). Planeta. 2012.
8. Ravitch. D. Estándares Nacionales en Educación (NationalStandards in American Education). A Citizen'sGuide.Brookings Institution.1995.
9. Ordorika. I. Rodríguez Gómez. R. El ranking Times en el mercado del prestigio universitario. Edificio del IISUE. México. 2009.
10. PARAGUAY: Universidad 2020. MEC-CONEC-UNA.2006.
Zamorano García, E. Ética Profesional: El tercer cantero. Instituto mexicano de Contadores Públicos, A.C. Mexico. 2005.
11. UNESCO. Declaración Mundial sobre Educación para Todos. Jomtien. Tailandia. 1990.
12. UNSCO. Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI. Visión y Acción. 1998.
13. UNESCO. Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. 2009.


[1]Batiro. A. M. La Educación Digital. P. 15.
[2]Aspée. R.B. Educación Superior en el Siglo XXI. P. 27.
[3]  Cfr. Art. 11 de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI. Visión y Acción.
[4] Ídem 18.
[5]Cfr. Art. 4 de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos.
[6]Paraguay: Universidad 2020. P. 25.
[7]Ravitch. D. Estándares Nacionales en Educación (NationalStandards in American Education). A Citizen's Guide. Brookings Institution.1995. Cfr también Aspée. R. B. Educación Superior en el Siglo XXI: Modelos para una gestión de calidad. Editorial Universidad del Mar. Chile. 2011. Pp177-183.
[8] Cfr. Ordorika. I., y Rodríguez Gómez. R. El ranking Times en el mercado del prestigio universitario. Edificio del IISUE. México. 2009.
[9] La Medalla Fields es otorgado a los investigadores, cuyos resultados son sobresalientes, en las áreas de las matemáticas. La medalla Fields es equivalente al premio Nobel.
[10]Isi web knowledgees una fuente de información científica, que viene organizada y clasificada por el Instuteforscientificinformation, instituto perteneciente al Grupo ThonsomRuerters.
[11]Disponible en www.shangairanking.com/ARWU-Mehodology-2013.html
[12]Brunner. J. Educación Superior: Global y Periférica. P. 112.
[13] Ídem. P. 111.
[14] Ídem. P. 111.
[15] Paraguay: Universidad 2020. P 25.
[16] Gacel-Ávila. J. La educación terciaria en América Latina. El concepto de internacionalización comprehensiva. P. 123. Cfr. también Preámbulo de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos.
[17]Beneitone. P, Esquetini, C et altri. Reflexiones y Perspectivas de la Educación Superior en América Latina. P. 25.
[18]Cfr. Art. 25 de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior -2009- UNESCO.
[19] Cfr. Art. 1 y 2 de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior: Misión y Visión.
[20] Cfr. Datos sobre la Educación Superior en el Paraguay. MEC. 2012.
[21] Paraguay: Universidad 2020. Pp 28-23. 
[22] Este emprendimiento fue impulsado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la Organización de Estado Iberoamericano (OEI), y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Ministerio de Hacienda.
[23]Jager de. G. Paraguay Competitivo. Desafío para la Educación Superior. P.p 7-9.
[24] Cfr. Constitución Nacional. Art. 76.
[25] Cfr. Ley. Nº 1142. Que aprueba el presupuesto del Gasto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2014.
[26] Cfr. Art 85 de la Constitución Nacional del Paraguay.
[27]França, O. Introducción a la Ética Psicológica. P.1.
[28] Zamorano García, E. Ética Profesional: El tercer cantero. 2005. P. 37
[29]Beneitone. P, Esquetini, C et altri. Reflexiones y Perspectivas de la Educación Superior en América Latina. P. 24.